lunes, julio 16, 2012

Cerrado por vacaciones

Del 17 de julio hasta finales de mes, más o menos, este blog permanecerá cerrado por vacaciones. La familia Hernández-Martín disfrutará de unos días de merecido descanso en la localidad gerundense de Rosas, sita en la Costa Brava. Hasta la vuelta, queridísimos y escasísimos lectores.

martes, julio 10, 2012

Felicidades abuelo

Ayer fue el cumpleaños de mi abuelo. Cumplió noventa y tantos. Vale sí, la edad exacta no la sé pero ya me conocéis, mi memoria es así. Lo que de verdad importa es que mi abuelo, a pesar de los achaques típicos de la edad, está bastante bien. Sobre todo de cabeza. Por supuesto, ya no puede andar tanto como a él le gusta pero recuerda muchos detalles de su vida. El hombre se emociona cada vez que nos cuenta como se enamoraron él y la abuela, como al principio la familia de él, sobre todo el padre, no la aceptaban y todo por unos líos de tierras del año chimpún pero que en los pueblos parece ser un problema grave que van heredando las sucesivas generaciones. Por lo que se ve, mi tatarabuelo no se hablaba con la familia de mi abuela por ese asunto y va mi abuelo y se enamora, precisamente, de María, mi abuela. Imaginaos el panorama, la España cerrada de los pueblos, rencillas entre familias, Guerra Civil, posguerra...Mi abuelo, al borde de la lágrima, contaba como que a pesar de la oposición de su padre, él siguió viendo a mi abuela y un buen día, decidieron casarse. La voz entrecortada, se saca el pañuelo, no es la primera vez que nos cuenta esta historia pero siempre se emociona y nosotros le escuchamos emocionados como si nunca la hubiéramos oído antes. Pasó el tiempo y mis abuelos tuvieron a su primera hija, mi tía Tere, y el corazón de mi bisabuelo parece que se fue ablandando poco a poco, hasta que un día, siendo mi tía ya una niña, le preguntó que quien era. Ahí ya mi bisabuelo se derrumbó, hablaron de padre a hijo lo que tuvieron que haber hablado hace años y se reconciliaron. La historia es así, más o menos. Igual me equivoco en algún dato, igual no lo he contado con todo lujo de detalles. No quiero que penséis que mi bisabuelo era un monstruo. Simplemente respondía a la mentalidad de su época. Según nos ha contado el abuelo, quiso resarcirse y quien más regalos recibió fue su primer nieto varón, mi padre. Se seca las lágrimas, todos sonreímos, ya está el abuelo emocionado otra vez. A su lado, como siempre, mi abuela María, está un poco sorda pero la cabeza también le funciona. Ella con ver a sus hijos, nietos y biznieto juntos tiene bastante.
No sé cuantos cumpleaños le quedarán a mi abuelo pero tanto él como la abuela están encantados de que vayamos al pueblo aunque sean unos pocos días, disfruta cuando, en Zaragoza, pues celebramos un café familiar o una comida. Ya no puede pasearse por la ciudad como antes, ese segundo piso sin ascensor, y en el pueblo con bajar la cuesta del Collado hasta casa del tío Francisco, tiene suficiente, que luego hay que subirla. Pero como sabe que seguro que alguno de nosotros va a pasar por ahí y se va a parar a saludar a todos lo que estén sentados allí, pues eso le hace feliz. No sé cuanto tiempo le queda pero lo que ha vivido le ha hecho ser el hombre que es y ahora además, es bisabuelo. Solo pido que dure unos cuantos años más para que disfrute de mi hijo y de la hija de mi prima, que está al caer...