Kokobongo

Podría ser una noche más de fin de semana como otra cualquiera. Un grupo de amigos salen por ahí, algunos con la idea de a ver si ligaban algo, otros con la cabeza en otro sitio. Yo era de los segundos. En realidad, siempre he tenido la cabeza en otro sitio y me cuesta bastante concentrarme en lo que esté pasando en ese instante. Por eso, soy el último en enterarme de las cosas y mis despistes y mis olvidos son ya casi legendarios. Total, que mientras mis amigos no conseguían nada, yo tenía en mente que en un bar del casco iba a estar Ana. No había pasado nada hasta ahora con ella y tampoco creía que fuera a suceder algo esa noche. Al final, cansado de seguir a mis amigos, les comenté que me acercaba al Kokobongo. Creo que solo Javi vino conmigo.Al llegar allí, Ana estaba con un grupo de gente pero no recuerdo exactamente quienes eran. Tampoco recuerdo que hizo Javi cuando vio como me acercaba a Ana, hablaba con ella, me acercaba cada vez más...Sólo sé que "desapareció" y que yo acompañé a Ana a su casa y en el camino hicimos unas cuantas paradas técnicas y ya desde entonces hasta ahora. De ese momento se cumplen hoy siete años.
Igual se me olvida algo, ya os lo he dicho antes, soy muy despistado. Lo que no se me olvida fue la emoción del momento, la sorpresa de descubrir que quería besar a Ana, el largo y corto paseo hasta su casa, la despedida, las ganas que tenía de volver a verla, el día después y un largo etcétera que espero que no termine nunca.

Te quiero.

Cosas que a veces pienso delante de un espejo(1)

Miro perplejo
lo que pasa a mi alrededor.
No sé porque me sorprendo
será que no he perdido la ilusión.

Un triste espejo
me devuelve un silencio atronador.
A ver si algún día aprendo
a hacer hablar a mi corazón.

Y por más que me alejo,
el paisaje sigue siendo desolador.
Tendré que salir corriendo
mientras el reloj avanza sin compasión.

El tiempo es el reflejo
de un dios sucio y traidor
que te va destruyendo
sin pedirte perdón.

Un día en la vida

Leyendo las noticias, encontré una que me llamó la atención. Decía algo así como que un hombre de 91 años había sido atropellado en el barrio de Las Fuentes. Y aunque no había foto del suceso me lo pude imaginar. El anciano ahí tirado y toda una multitud mirando y murmurando. Llegó la policía, llegó la ambulancia, se llevaron al señor, tomaron nota del que había cometido el atropello pero no le detuvieron, la multitud algo decepcionada se dispersó. Y ya está.

Me gustaría poder contarte algo más emocionante, como por ejemplo, me desperté, me vestí, cogí el coche, ví al anciano cruzando por donde no debía y en vez de frenar aceleré y salí huyendo del lugar sin mirar atrás. ¿Te imaginas?

Seguí leyendo el periódico por pura curiosidad, los acertijos ya estaban resueltos y en las esquelas no había nadie conocido, pero mis ojos se posaron en un breve que me pareció inmenso. Comenzaban las obras de asfaltado en la calle poeta Alfonso Comín Ros y pensé: "Vaya, no he leído nada suyo". Vamos ni siquiera sabía quien era pero me gustó que le dedicaran la calle a un poeta. Al llegar a casa, tecleé en el google el nombre del poeta en cuestión y por más páginas que buscase en ninguna me ponía quien era este hombre pero sí que me informaban que la susodicha calle se iba a cortar. Así que me quedé con la duda de saber que había escrito este señor y el motivo de dedicarle una calle. Es triste que pongan tu nombre a algo, pasen los años y la gente no sepa quien eras y la razón de que el sitio donde vivan o tengan que ir se llame así.

Me gustaría poder contarte algo más profundo, como que se me apareció Lennon en sueños y me dijo que sería su próximo telonero y yo le contesté: "¡Pero si canto fatal y no sé tocar ningún instrumento!" Y él se difuminaba con cara triste y al rato oía de fondo una canción de Los Beatles y entonces lo comprendí todo: Ahora ya sé cuantos agujeros se necesitan para llenar el Royal Albert Hall...


(http://www.youtube.com/watch?v=QlNH7u9-WxE)     http://www.youtube.com/watch?v=fKlRMrMxR8A