Treinta y cinco años

Treinta y cinco años, doce mil setecientos setenta y cinco días, trescientas seis mil seiscientas horas, dieciocho millones trescientos noventa y seis mil minutos, mil ciento tres millones setecientos sesenta mil segundos...de risas y llantos, de desencantos e ilusiones, de paz perdida y de guerras ganadas, de varias muertes y una vida, de desesperanza y fé, de mucha gente y de soledad, de amigos y algún traidor, de recuerdos y olvidos, de extravíos y encuentros, de quietud y movimiento, de ausencias insustituibles y presencias alentadoras, de estar dormido y despierto, de kilómetros andados y mapas rotos, de amor siempre y de odio nunca, de todo corazón y muchos huesos...
Treinta y cinco años y aún me queda tanto por descubrir, por eso hay que despertar pero despertaré mucho mejor si tú y nuestro hijo estáis a mi lado...

Sangre de mi sangre

Sangre de mi sangre,
entraña de mis entrañas,
pequeño gran trozo de mi vida
que eclipsas al sol cuando ríes.

Eres la luz más luminosa
cada mañana al despertar,
la fuente más caudalosa
cuando de tu boca oigo tu risa brotar.

Sangre de mi sangre,
corazón partido de mi corazón,
ojos de mi alma alborotada,
angelico de mis noches en vela.

Eres el viento más poderoso
cuando intentas hablar,
el paisaje más hermoso
cuando en tu cuna te veo soñar.

Sangre de mi sangre,
radiante mar de alegrías,
espiral de sueños y esperanzas,
en tí termino, en tí empiezo...