Canciones para una futura madre(3)

"Hundo en tu boca mi vida" (Miguel Hernández)

3. El silencio más hermoso

En el silencio más profundo
he oído su corazón.
No hay sonido más hermoso
en toda la creación.

Todo lo demás es ruido,
un ruido demoledor.
Todo lo demás me sobra,
aléjame de este ruido ensordecedor

En el silencio hallaremos nuestra paz
frente a tanto dolor.
En el silencio bulle una nueva vida
fruto de nuestro amor.

Todo lo demás es caos,
un caos desolador.
Todo lo demás me sobra,
solo os quiero a mi alrededor.

El rock and roll de Rubén

Tengo un sobrino
que es un no parar
tiene más ritmo
que una rock star.
Cuando sale a la calle
es el rey de la ciudad
y cuando se queda en casa
no deja de jugar,
no, no, no deja de jugar....

(Estribillo)

Uno: como tú no hay ninguno.
Dos: baila como Dios.
Tres: de la cabeza a los pies.
Cuatro: no para ni un rato
Cinco: ¡pega un brinco!
Seis: ¿es que no le veis?
Siete: afuera ese chupete.
Ocho: tierno como un bizcocho.
Nueve: mira como se mueve
Diez: ¡Empezamos otra vez!

Tengo un sobrino
que es un no parar
tiene más energía
que una central nuclear.
Cuando es hora de descansar
él sigue rockaroleando
sin cesar.
Por mucho que lo quieras acostar
él quiere más y más...

(Estribillo)

Y aquí acaba
este rock
aunque no os lo creáis
el niño se durmió.
No sabemos cuando
se va a volver a despertar
así que David y Amelia
aprovechar para bailar,
¡oh sí! para bailar,
¡oh sí! para bailar,
¡oh sí! para bailar.....

A night in Milmarcos

Sí amigos, este año sólo podremos pasar una noche en Milmarcos. A diferencia del 2009 donde tuvimos la suerte de que nuestras vacaciones coincidieran con las fiestas del pueblo, este año iremos para el puente de agosto. Domingo y lunes porque hoy sábado me toca trabajar por la tarde. ¿Y qué me voy a encontrar mañana en el pueblo?
A las 10h. Diana musical, bueno como aún estaremos en Zaragoza pues que despierten a otros...
A las 11:30h. Solemne Eucarisitía, bueno creo que estaremos en plena ruta así que dejaremos que comulguen otros...
A las 18h. Suelta de vaquillas, bueno esto sí que lo podremos ver siempre que el parlamento catalán no lo impida(¿Prohiben las corridas de toros y no prohiben los "correbous"?). No, Milmarcos no está en Cataluña pero la estupidez está por todas partes.
A las 19:30h. Suelta infantil de vaquillas, bueno esto ya no sé si lo veremos. A lo mejor nos vamos a la peña para tomar el aperitivo e ir preparando la cena.
A las 00h. Gran pasacalles nocturno por todo Milmarcos con la charanga: "Aires del Huerva", bueno teniendo en cuenta que Ana está embarazada no sé si nos recorreremos todo el pueblo pero ya que sólo vamos a estar una noche se hará lo que se pueda...
Actividades fuera del programa:
-saludar a los familiares
-saludar a los amigos
-beber con los amigos
-cenar con los amigos
-ir a la peña y pasar el rato ahí
-ir a dormir...la mona
-desayunar con la familia
-comer con la familia
-despedirse de la familia
-volver a casa

It's just one night but it'll be unforgettable...

Londres, noveno y décimo día

Londres, 27 de julio. Aquel día era el primero en el que se abría el palacio de Buckingham para los turistas, así que a las 10: 15 estábamos ahí y nos dieron un par de entradas para las 12:15. Aprovechamos esas dos horas para recorrer St. James Park, otro parque precioso de Londres también con lago, patos, etc...
Cuando casi ya habían pasado las dos horas, nos dirigimos al sitio por donde se accedía al palacio. De las setecientas y pico habitaciones que tiene el palacio, casi igual que las que tiene mi chalet en la sierra, sólo te enseñan 17 estancias reales entre ellos el salón del trono. Pero claro, esas 17 estancias desbordan lujo, obstentación y poderío. Yo soy el o la que limpia el polvo ahí y me corto las venas de la cantidad de candelabros, lámparas, cerámicas, cuadros, etc que hay. No se permitían hacer fotos en el interior del palacio pero ya os podéis imaginar la opulencia que destilaba el interior del mismo...De lo que sí pudimos hacer fotos fue de los jardines de palacio y ¡qué jardines! No sé para que la reina se va de vacaciones a Balmoral si podría montarse un camping en esos jardines..
Después de la visita al palacio, nos fuimos a comer a Leicester Square. No era la primera vez que pasábamos por aquí, ya que es una amplia zona peatonal con muchos restaurantes, bares y cines. Es más esta plaza suele ser elegida por las compañías cinematográficas para hacer la premiere, el pre-estreno, de sus películas. Un día vimos como desmontaban todo lo que habían preparado para el estreno de The Karate Kid, sí la del hijo de Will Smith y Jackie Chan, que no coincidimos con los padres de la criatura por poco, otro día nos pasó lo mismo con la de Knight and Day, la de Cruise y ayomáquerica Cameron Díaz, y este día nos pasó lo contrario, vimos como montaban todo para el estreno del Equipo A, vimos como vallaban la calle, como preparaban el escenario, como se congregaban los primeros fans, pero como aquello no empezaba hasta por la tarde, ya no nos quedamos a ver más...Aprovechamos la tarde para dar un paseo sin ningún rumbo determinado mientras la torre BT de comunicaciones, vamos una especie de Pirulí, nos recordaba que quedaban dos años para la celebración de los juegos olímpicos en esa ciudad.
Décimo día, día de hacer maletas, de recuento de regalos, de "no nos dejamos nada, ¿verdad?", de hacer el check-out, de esperar a nuestro taxi para que nos llevase al aeropuerto, de coger el avión y de volver a casa, de volver a la rutina pero si vosotros seguís ahí, bendita rutina...

Postdata: Aquí termina mi crónica de nuestro viaje a Londres. Seguro que me he dejado cosas por comentar, también nos dejamos cosas por visitar. Pero en líneas generales, a mí Londres me encantó, era el sueño que tenía desde que empecé a estudiar filología inglesa y que no pude cumplir durante la carrera. Pero ya está realizado y aunque a Ana no le ha gustado del todo, preguntarle a ella, yo volvería sin duda a Londres, Sure!

Londres, octavo día

La mañana de nuestro octavo día sirvió para darnos de bruces, de nuevo, con la historia de Inglaterra. Y es que esa mañana, visitábamos la abadía de Westminster. Lugar de coronaciones de reyes y reinas, lugar de enterramiento de muchos de ellos, capillas por doquier con su monumento funerario, el famoso "Poet's Corner" o rincón de los poetas donde muchos escritores y artistas tienen su placa, busto conmemorativo y algunos están enterrados allí realmente. La verdad es que la abadía apabulla con su magnificencia y desde fuera no parece tan grande como realmente es. Sólo se pueden fotografiar los claustros de la misma pero vamos la visita merece mucho, mucho la pena.
Más tarde, nos dimos un paseo por Hyde Park, el famoso parque londinense. Extensísimo, con lago navegable incorporado, con sus cisnes, patos y demás fauna. Con miles de caminos y sendas por recorrer. Nosotros cogimos la que nos llevaba hacia el memorial de la princesa Diana que está casi pegando a los Kesington Gardens. El memorial consiste en una especie de canal de agua de forma ovalada con diversas profundidades, la más profunda llegará como mucho a la altura de la rodilla, y en el cual la gente se mete y aprovecha para dar la vuelta a la fuente por el interior de la misma o donde los más pequeños disfrutan chapoteando donde más "cubre". Vamos que podría ser el memorial de la princesa como podría ser una fuente, original en su diseño eso sí, como otra cualquiera. Pobre Diana, descanse en paz...
Como estábamos al lado de los Kensington Gardens, aprovechamos para acercarnos a ver la escultura dedicada a Peter Pan, ya que se dice que el autor de la obra se paseaba por la zona y obtuvo la inspiración de la misma observando a los niños que jugaban por ahí. La verdad es que la escultura es bonita y el sitio en el que está es precioso. Pero para mí tenía un significado especial. Hace casi 6 años escribí este artículo: http://hayquedespertar.blogspot.com/2004/10/aprendiz-de-peter-pan.html
Hoy, casi 6 años después, puedo decir que al final no rescaté a ninguna Wendy...Fue ella la que me rescató a mí.Gracias Ana, gracias a tí cada vez estoy despertando un poquito más...
Y en el próximo artículo...Quedan 2 años, ¡2 años!

Londres, séptimo día

Mañana de mercadillo, pero qué mercadillo oiga. The Camden Market trasciende el típico concepto de "rastro". Allí hay puestos, tiendas tal cual...Las fachadas de muchas de ellas están decoradas de una manera muy original. Hay que dedicarle tiempo a Camden porque la cantidad de puestos y de callejuelas que hay parece ilimitada. La zona es atravesada por un canal, lo que le da un encanto aún más especial si cabe. Imposible salir de allí sin hacer alguna compra, ¡es que hay de todo!
Al mediodía, casi por la tarde ya, volvimos a la National Gallery para admirar con más calma las obras allí expuestas.
Y llegó el momento. Yo tenía muy claro donde ir pero no se lo dije a Ana. Simplemente le "sugerí" por donde podíamos pasear por la noche. La elegante Regents Street se abría ante nuestras ojos con la mayoría de las tiendas cerradas, era domingo, y de repente me desvié a la izquierda hacia una callejuela que no tenía ningún atractivo. Un giro a la derecha más y ahí estaba...
Ana me preguntó: -¿Dónde estamos?-
-Saville Row, número 3 donde Los Beatles actuaron por última vez, cariño-
La verdad es que el edificio parece estar semiabandonado y no había ninguna placa que recordase el evento(y es que Londres está lleno de placas que indica que en aquella casa nació, vivió, trabajó o murió tal personaje famoso) pero vamos que a mi nadie me quitó la ilusión de imaginarme a mis cuatro de Liverpool tocando en la azotea de ese edificio...
Y en el próximo artículo...de reyes, reinas, poetas y escritores en general...

Londres, sexto día

¿Cómo resumir nuestra visita al British Museum? Aquello es gigantesco, inabarcable, imposible de ver en un sólo día. Así que tuvimos que elegir y nos decidimos por contemplar el "greatest hits" del museo. primero, nos dimos una vuelta por el magnífico patio de sir Norman Foster y las esculturas que cobija. Después, pasamos a la primera galería donde se exhibía la piedra Rossetta, la famosa piedra que permitió descifrar los jeroglíficos egipcios ya que contenía un texto escrito en tres idiomas, entre ellos el griego y comparando los símbolos egipcios con su traducción al griego pudieron averiguar el complicado sistema egipcio. Unos cuantas galerías más allá, estaban las esculturas del Partenón. No voy a entrar en la eterna polémica de si deberían estar en el British o deben ser devueltas a sus sitio original. Simplemente me limité a contemplar el asombroso conjunto escultórico. Vimos también muestras de arte africano, arte asiático, impresionante el Buda de casi 3 metros de alto, y regresamos al antiguo Egipto para observar los sarcófagos y las momias ahí expuestos. Más galerías, más arte por todas partes. Insisto, es imposible describir la belleza y la historia que se acumulan en las salas del British. La visita merece la pena y además es gratis, así que ya sabéis...
Después de saturarnos de tanto arte, nos apeteció algo más mundano y nos trasladamos al famoso mercadillo de Portobello Road. Aquello es una calle estrecha y larga, muy larga, con puestos a la derecha y a la izquierda donde puedes encontrar antiguedades, puestos de comida, de frutas y verduras, etc. Había mucha gente y da un poco de agobio. Además, la calle no está cortada con lo que si pasaba un coche, la calle aún se estrechaba más...Pero el mercadillo era curioso.
Por la tarde, fuimos a la National Gallery. De esto no hay constancia fotográfica ya que no se permiten hacer fotos dentro. ¿Qué queréis que os diga? Pues si me encuentro con Rubens, Velazquez, Van Dyck, Turner, Van Gogh...no me puedo quejar. Como fuimos un poco apurados de tiempo(cierran a las 6, como casi todo en Londres) volvimos al día siguiente. Justo enfrente de la National, está Trafalgar Square, siempre bulliciosa...
Y en el próximo artículo...Saville Row, número 3

Londres, quinto día

Lo primero que hicimos en nuestro quinto día en Londres, fue visitar el museo de historia natural. Si ya por fuera llama bastante la atención con ese estilo neorrománico, por dentro aún es más espectacular. Por supuesto, los huesos y los fósiles de los dinosaurios son las estrellas. La pena es que el esqueleto del tiranosaurio rex estaba siendo arreglado y no se podía ver. Pero los demás restos no desmerecen. Aparte de los dinosaurios, el museo explica exhaustivamente el origen de las especies, incluida la humana. Vamos que si va el niño o niña con el cuento de la cigüeña en la cabeza y ve la representación hiperrrealista del momento de la penetración, seguro que saldrá bastante confundido y con bastantes cosas que preguntar a sus padres...Pues eso, que el museo es altamente educativo.
Después, nos trasladamos al palacio de Kensington, sí donde vivió Lady Di, pero no lo visitamos por esa razón sino porque habían habilitado el palacio para acoger una exposición interactiva. Me explico: al entrar te dan un mapa y tenías que averiguar le nombre de 7 princesas que habían vivido allí. Pasabas por diferentes salas donde se mezclaba la decoración propia del palacio con instalaciones modernas de diseñadores actuales. También rondaban por las salas, dos actores que hacían de detectives que buscaban al "niño Peter" un fantasma que habitaba el palacio. En una de las salas había una especie de trono y los actores me hicieron sentarme y me dijeron que ahora yo era su rey y que les diese órdenes. La leche, de repente todo el peso de la responsabilidad se me vino encima y aparte de ordenarles que se arrodillasen no se me ocurrió otra cosa que decirles que reverenciasen y besasen(en la cara) a Ana. Tras esto, los actores me aplaudieron y me dijeron que había sido un buen rey. Seguimos nuestra ruta para descubrir el nombre de las 7 princesas. La verdad es que no era muy complicado y sí el nombre de una de ellas era el de la princesa Diana. Tras salir del palacio, nos dimos una vuelta por los jardines que había alrededor y andando, andando, nos topamos con el Albert Memorial y el Royal Albert Hall, impresionantes los dos.
En el próximo artículo...a mi me va lo griego y no es el yogurt(y tampoco lo otro, mal pensados)

Londres, cuarto día

Este artículo lo voy a hacer en plan telegrama, que tengo prisa..
Arco de Wellington. Ni fú ni fá. Excelente panorámica desde arriba pero poco más.
Cambio de guardia del palacio de Buckingham. Soldados desfilando al son de marchas militares por un lado, guardias desfilando al son de los acordes de Indiana Jones por el otro. Esto es cierto, no os estoy tomando el pelo. Imposible hacer fotos en el patio, Espero a que salgan. También viene la caballería. Salen por fin. Llueve, por fin. Diluvia en poco rato y durante poco tiempo, por fin.
Lugar donde guardan las carrozas reales. Curioso. Carrozas espectaculares. Caballos hermosos. Por el patio central camina genete emperifollada. Hay una garden party en los jardines de palacio. Los pantalones piratas no son traje de etiqueta. Mecachis.
Por la tarde: Harrods. Grandes, grandiosos almacenes. ¡Hay jamón de Teruel! Caro de cojones, por cierto. Casi todo es caro de idem. Vemos el memorial dedicado a Diana y a Dodi.
Y en el próximo artículo...¿Noche en el museo? No, mañana más bien...

Londres, tercer día

Lo primero que fuimos a ver fue la Torre de Londres. Magnífica fortaleza compuesta por varias torres, es una excelente lección de la historia de Inglaterra ya que allí tuvieron suceso muchos hechos significativos. Destaca la Torre Blanca, de los normandos. Dentro, había una exposición de armaduras. Justo enfrente, la Jewel House donde se exhibían las joyas de la corona. Impresionante colección de coronas, tiaras, etc. También llama la atención los beefeaters, el sitio donde cortaban las cabezas, la puerta de los traidores. Vamos, como he dicho historia hecha piedra.
Al lado de la torre, está el puente más famoso de Londres y casi del mundo. En su interior se muestra las "agallas" del mismo, con su maquinaria para levantar el puente y todo. En la parte superior, la galería permite obtener unas buenas vistas del Támesis y sus orillas.
Anclado a pocos metros del Tower Bridge, el buque de la segunda guerra mundial, el Belfast, sirve como museo para mostrar la vida diaria de un barco. Pasillos, camarotes y estancias en general estrechísimas y angostas. Escaleras de vértigo y cañones de impresión.
Paseando por la rivera, nos topamos con la catedral de Southwark, preciosa. Shakespeare era parroquiano y se le recuerda con una estatua y una vidriera que representa sus obras más famosas. Aquí se me acercó una mujer y me citó extractos de casi todas ellas. Me quedé maravillado de como se las sabía la mujer, con lo que me costó a mí estudiar al dramaturgo inglés en la carrera...Además la mujer lo hacía con pasión. Ana nos observaba desde un banco toda extrañada porque la mujer se puso a hablar así de golpe como si me conociese de toda la vida...
Seguimos con el paseo y cruzamos el río por el Millenium Bridge, la famosa pasarela peatonal del señor Foster. Por la noche, nos trasladamos a Picadilly Circus, con sus anuncios luminosos y la cantidad de gente que había..
Y en el próximo artículo...la Reina no estaba pero la guardia sí...

Londres, segundo día

En nuestro segundo día en Londres, lo primero que hicimos fue montarnos en la famosa noria conocida como The London Eye. La verdad es que la estructura impresiona desde fuera y una vez que te has subido en las cabinas, las vistas son increíbles. Como va despacio, te da tiempo de sobra para observar a tu alrededor y además no se tiene ninguna sensación de vértigo. En mi página de facebook, podéis ver las fotos que hice desde la noria. Desde luego, la recomiendo.
Después de bajarnos del London Eye, visitamos un pequeño museo al lado de las caballerizas. Además, también se pueden ver a través de un cristal los establos. Más tarde volveríamos al lugar para presenciar el cambio de guardia. Justo enfrente, está The Banqueting House, que aparte de para celebrar banquetes, se celebraban recepciones de embajadores, bailes, incluso ahí ajusticiaron al rey Carlos I de Inglaterra. Vamos, que el edificio valía para todo.Pero lo que más llama la atención son las espléndidas pinturas de Rubens que decoran el techo. Solo por eso, merece la pena la visita.
Tal como mencioné, presenciamos nuestro primer cambio de guardia en las caballerizas...¡Qué boato!¡Qué parafernalia!¡Qué...deleite para los turistas! Me cuesta creer que esto lo hagan todos los días y que lo hagan así siempre pero bueno es su costumbre y hay que respetarla.
Por la tarde, fuimos al famoso Covent Garden Marquet que es una especie de mercado porticado y a su alrededor hay puestos de varios tipos, músicos callejeros...vamos que el sitio estaba muy animado.
Para terminar la jornada, nos dimos un paseo por la plaza Russell que estaba al lado del hotel. Este tipo de plazas-parque es una de las cosas que más me llamó la atención de Londres. Te encuentras con unas cuantas manzanas de casas y cada dos ó tres de ellas, hay una plaza(un square) o un jardín grande(gardens) que son un oasis verde de paz entre tanto bullicio. Russell Square es grande y bonito y tenía sus ardillas y todo...Para rematar el día, cené fish and chips, vamos pescado y patatas fritas...
Y en el próximo artículo...¡Robaremos las joyas de la corona!

Londres, primer día

Llegar,lo que se dice llegar, llegamos el domingo 18 de julio pero vamos nuestro primer día activo fue el lunes 19 y lo primero que hicimos,a parte de ir a por nuestro London Pass con su travel card de 7 días, fue visitar el famoso museo de cera, es decir, el Madame Tussaud. ¿Qué queréis que os diga? Pues que me encantó porque puedes hacer el mico todo lo que quieras con las figuras, sin pasarte claro, y la verdad es que las esculturas están muy bien logradas. Por cierto, yo iba con una camiseta conmemorativa de la victoria de España en el mundial y no veas lo que presumí...
Ese mismo día y aprovechando que hacía buen tiempo, hicimos un crucero por el río Támesis, que la verdad es que no está nada mal. Hay un guía que te va explicando lo que ves y hace bromas y gracietas. Todo en inglés, incluido el humor el cual era casi imposible de traducir para Ana,así que la pobre no se enteraba de casi nada. Pero bueno, ver Londres desde el río tampoco merece mucha explicación. Llegamos hasta Greenwich pero no nos acercamos a ver por donde pasaba el meridiano cero, total tampoco merecía mucho la pena.
De vuelta a Londres y ya en tierra, dimos una vuelta por los alrededores del Parlamento, del Big Ben, de la abadía de Westminster, de Trafalgar Square. Aquí, donde la columna de Nelson no pude evitar hacerme unas cuantas fotos con mi camiseta...Nos derrotaron en Trafalgar pero desde entonces no han rascado nada, jejejeje....
Y ya nos volvimos para el hotel que al día siguiente nos esperaba la Noria de Londres...