Alto, delgado, moreno,
por no decir,
largo, flaco, casi negro...
Sí, lo sé.
Estoy exagerando,
permitírmelo
al menos una vez al año.
Algunas briznas de nieve
empiezan a colonizar
mi negra sien.
Algunas arrugas delatoras
empiezan a conquistar
mi lisa piel.
Simplemente es otro año más,
otro año menos.
Sigo pensando que hay que despertar
pero que a gusto se está durmiendo.
Y mientras tanto sigo: ausente,
lejos y cerca, distraído,
amándote desesperadamente
por los siglos de los siglos...
jueves, enero 21, 2010
lunes, enero 11, 2010
La risa de Rubén
Ríete niño,
ríete a carcajadas.
Tu risa ilumina
esa oscura madrugada.
Ríete niño,
tu risa es son de timbales,
blanca melodía,
torrente de notas musicales.
Ríete niño,
nunca dejes de reír,
alégranos la vida
en este mundo gris.
Ríete niño,
a pesar de los pesares,
será tu sonrisa
faro que alumbra todos los mares.
ríete a carcajadas.
Tu risa ilumina
esa oscura madrugada.
Ríete niño,
tu risa es son de timbales,
blanca melodía,
torrente de notas musicales.
Ríete niño,
nunca dejes de reír,
alégranos la vida
en este mundo gris.
Ríete niño,
a pesar de los pesares,
será tu sonrisa
faro que alumbra todos los mares.
domingo, enero 03, 2010
La sencillez del huevo frito
Dedicado al señor Adriá que seguro jamás leerá este poema
La sencillez del huevo frito,
ese pequeño gran tesoro
que en él está escondido.
La humildad de la patata,
sangre carnosa de la tierra
que al fuego, lujuriosa, se desata.
La simpleza del trigo,
lágrimas del sol
que alegran los sentidos.
La elegancia de la oliva
que con sus trajes decora
el gusto por la vida.
La parafernalia de lo invisible,
la levedad del adorno
frente a la solidez de lo imprescindible
La sencillez del huevo frito,
ese pequeño gran tesoro
que en él está escondido.
La humildad de la patata,
sangre carnosa de la tierra
que al fuego, lujuriosa, se desata.
La simpleza del trigo,
lágrimas del sol
que alegran los sentidos.
La elegancia de la oliva
que con sus trajes decora
el gusto por la vida.
La parafernalia de lo invisible,
la levedad del adorno
frente a la solidez de lo imprescindible
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